Nombrar a Carlos Giménez
(Madrid, 1941) es nombrar a uno de los grandes del panorama del cómic español.
Es un clásico entre los clásicos. Un auténtico cronista de la transición
española, con su crítica ácida, mordaz, y tan necesaria, en obras como en la
que fue su famosa trilogía de los setenta: “España Una, España Grande y España
Libre”, después por la serie “Paracuellos” y otras obras como “Rambla arriba,
Rambla abajo” o su otra trilogía famosa “Barrio”. Es un artista impresionante,
sin lugar a dudas, premiado y reconocido.
Cuando escribo estas
líneas, hace poco más de veinte días que ha fallecido Jesús Flores Thies
(1931-2017), militar de profesión, pero que llevaba una carrera paralela como
dibujante, guionista e ilustrador. A finales de los sesenta, concretamente en
1967, José Toutain, director de Selecciones Ilustradas, le encargó que hiciera
los guiones para un nuevo personaje, Delta 99. Un extraterrestre, muy atractivo
para las mujeres, envidiado por los hombres, cuya misión en la Tierra sería la
de luchar contra todo tipos de males, para preparar al planeta en su definitivo
ingreso de una confederación galáctica de planetas y civilizaciones superiores.
Difícil misión, desde luego. Thies se encargó de los primeros nueve guiones.
“Delta 99” (Edición
integral Glénat, 2007) no es, posiblemente, la obra más conocida de Carlos
Giménez, pero en este cómic que os presento esta la colaboración maravillosa de
Thies-Giménez, creada en el ambiente de finales de los sesenta, con un Giménez
aún no muy maduro a los pinceles, pero no falto de técnica. Con unas aventuras
que hoy nos hacen sonreír, contra nazis, robots y bellas mujeres con pantalones
de campanas y camisas de flores.
(Carlos Giménez)
La portada traiciona al
contenido (Delta no es un héroe de capa y armado hasta los dientes). No en vano es una portada muy posterior de Giménez, de 2003. Delta
99 es un apuesto joven, de media melena, enamorado de Lu, una pirata china,
metido en un embarullado mundo de espías, traiciones y malas ideas. El cómic es
simplemente una delicia. Una vuelta al pasado a aquellas aventuras de tebeos,
de publicaciones quincenales o mensuales, que por un par de pesetas se
disfrutaban de principio a fin. Sirva esta entrada como sencillo y querido
homenaje. Un cómic imprescindible. Descanse en paz, Jesús Flores Thies, y
gracias por todo Maestro.
(Jesús Flores Thies)
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