Ostraaaaaas, esta sí que es una
película rara, rara, pero que rara de narices. “Estación espacial 76” (2014) es
la típica película que hubiera encantado en los setenta. Un futuro con una
estética que hoy sería impensable a la hora de hacer una película de este
género.
Efectos especiales cutres, botones
de colores, robots del pleistoceno (primos hermanos de los Spectrum ochenteros),
bigotes y patillas, patines, papel pegado en las paredes, la música que lleva
StarLord en su walkman, cintas VHS, cigarros encendidos en la consola de la
Estación…
Y hasta aquí he llegado, ¿Por
qué?, porque la película es aburrida como rara. En realidad, en una hora y
media no ocurre nada. No sé si es un trabajo sobre diálogos absurdos, las
relaciones humanas en un Gran Hermano Espacial, o una distopía creada como mera
curiosidad. La cinta va pasando con planos, secuencias y… Bueno, lo dicho,
apenas ocurre nada. La recomiendo como película curiosa, no la recomiendo si
quieres ver algo realmente interesante.
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