domingo, 27 de agosto de 2017

El hijo de Jean (2015)




        Mathieu es un padre separado, que trabaja para una multinacional francesa, escritor novel de novela negra, y con una vida un tanto insípida. Ha crecido en París sin saber quién es su padre. Su madre dice que él es producto de una noche loca. Un día, recibe desde Canadá la noticia de que su padre ha muerto. Un amigo de su padre dice que le ha dejado en herencia un cuadro…

        Movido por la curiosidad, por la llamada, y por las ganas de conocer más sobre su padre, y sobre sí mismo, decide ir hasta Canadá. Allí descubrirá más, de lo que quizás, desearía. Conocerá a sus hermanos, y la truculenta vida que llevan estos y que llevaba su padre, y las sorpresas irán una detrás de otra…


        Alguna vez, a lo largo de este 2017, os he comentado que el cine francés lleva un par de años en una trayectoria de calidad ascendente. No es que antes fuera malo, no me malinterpretéis, es uno de mis favoritos dentro del ámbito europeo, pero “El hijo de Jean” (2015) es otra de esas películas intimistas que te dejan un buen sabor de boca cuando acaba. Hay cosas que se ven venir, es cierto, pero aun así no te adelanta más de lo necesario. Lo dicho, película sencilla, emotiva, de una familia con secretos y mentiras de treinta años más o menos… La recomiendo.

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