Cuando escribo estas líneas,
apenas han pasado meses del fallecimiento del filósofo y pensador polaco
Zygmunt Bauman (1925-2017).
De Bauman, pensador polaco, como
digo, y Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (2010), solo
había leído referencias en “El País”, artículos de fin de semana y me habían
llegado algunas de sus reflexiones, vía radiofónicas, acerca de las crisis
migratorias europeas actuales y el concepto, por él creado, de la “Modernidad
líquida” y de Sociología reflexiva.
“Extraños llamando a la puerta”
(2016) publicado en España poco antes de su fallecimiento es lo primero que me
he leído de él. Es un pequeño librito, de poco más de cien páginas, editado por
Paidós, en la que el autor reflexiona sobre las migraciones actuales que sufre
Europa, concretamente sirias, sin olvidar otras, y donde critica el individualismo
del europeo medio, el impacto de dichos movimientos migratorios, y crítica la
construcción de muros en lugar de puentes, y el papel negativo en muchos casos
que tienen medios de comunicación, políticos y redes sociales.
Aboga Bauman por la conservación,
por el dialogo, la interdependencia, la solidaridad y la cooperación, para
buscar una sociedad más ideal, más reflexiva con los problemas que debe
solucionar, y con el futuro de la propia humanidad.
Es un buen libro para
reflexionar, para pensar, y para ver otros puntos de vista a los que nos tienen
acostumbrados medios de comunicación y redes sociales (no coincido con todo lo
que defiende, pero lo recomiendo, por supuesto, y no será lo último que lea de
su obra, seguro).
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