He
aquí una película que me trae muchos recuerdos de la infancia. “El increíble hombre
menguante” (1957), la vi por primera vez en el colegio, donde los viernes por
la tarde proyectaban película a cinco duro, que hoy llaman de serie B algunos,
otros le llaman de culto (yo mismamente).
Esta
cinta, que para mí es una de las grandes maravillas del cine de todos los
tiempos, está basada en el relato de Richard Matheson, que se publicó justo un
año antes de que lo hiciera la película, y es que el propio Matheson escribió
el guion de la película que dirigiría Jack Arnold, director especializado en
películas de terror y espaciales, de esas que tanto nos gustan aunque hayan
pasado cincuenta o sesenta años. De Matheson mejor hablar, algún día, en un
futura entrada, porque este hombre merece también unas líneas, autor de relatos
de terror y de Ciencia-Ficción, Matheson es autor de “Soy Leyenda” (aquella
película que protagonizó Will Smith hace unos años) o “Más allá de los sueños”
(protagonizada por el malogrado Robin Williams en 1998, y que no debéis confundir
con otra que hizo Adam Sandler en 2008), entre otras fantásticas historias.
Pero,
¿De qué va este “El increíble hombre menguante”? Pues va de una transformación.
La que sufre Scott Carey, un joven que, durante sus vacaciones, se verá
envuelto en una extraña niebla que llega del mar, mientras su mujer, dentro de
la lancha motora donde están, no se ve afectada al estar dentro buscando una
cerveza. Algun@s pensarán que eso le pasa por machista, debería haber ido él mismo
a buscar la cerveza. El caso es que a partir de este hecho, el bueno de Scott
comenzará a menguar, hasta tal grado que llegará a vivir en una casa de
muñecas, y con la perdida de altura y peso, se verá envuelto en luchas
titánicas, primero contra su propio gato (Malditos felinos desagradecidos), y
posteriormente, con una araña de su sótano con complejo de panzer alemán.
El
cambio que sufre Scott, que recuerda al de la famosa metamorfosis que sufre
Kafka, traerá consigo consecuencias terribles para el protagonista: Matrimonio
al garete, pérdida de trabajo, catalogación como “Bicho raro viviente”, la
soledad, el miedo a perder la vida… Y la reflexión, voz en off, del propio
protagonista y las vicisitudes por las que pasa…
Esta
no es una película recomendable. Esta es una película imprescindible. Una
auténtica joya del cine de todos los tiempos, como os digo. No dejéis de
visionarla.
Con todos ustedes, los increíbles Lori Meyers.
"El increíble hombre menguante"
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