Si
no os lo han dicho ya, os lo digo yo: Estáis ante una “peliculón” de mucho
cuidado. Canela en rama, oiga. “Que Dios nos perdone” (2016), con Antonio de la
Torre (ya sabéis que me encantó “Tarde para la ira”, por ahí debe andar el post
con la crítica, y es una apuesta segura) y Roberto Álamo (este es, sin duda, el
mejor papel que ha hecho hasta la fecha), es de lo mejorcito que ha parido el
cine español en este último año y medio.
Estamos
ante el típico “thriller” policiaco, pero bien presentado, bien encajado y bien
interpretado. Los dos actores principales, directamente, se salen. Es 2011, y
es un verano sofocante en Madrid. La capital espera la visita del Papa de
turno, Benedicto XVI, y Alfaro y Velarde, dos inspectores de policía,
investigan a un asesino en serie, especializado en violar y matar lindas y
amables ancianitas, como el que se desayuna tostadas con café por las mañanas.
Su búsqueda es una carrera contrarreloj. El tipo es silencioso, sutil, y no
deja pistas. De manera paralela, se desarrolla la vida sentimental de los dos
policías, que no es, precisamente, un camino de rosas.
El
mundo es un asco. La vida es una mierda. La humanidad apesta. El 15M sale de
telón de fondo. Nenes cantando “Alabaré”. Polis gilipollas y corruptos.
Trepidante en acción y ejecución… Mmmmmuy recomendable.
La alquilé la semana pasada. Me pareció mucho mejor que Tarde para la ira. Es mucho más larga, pero se hace más amena. La primera media hora de la ganadora de los Goya es anestesiante. De la Torre ya te he dicho que me parece de lo mejorcito que hay hoy en día y Álamo me sorprendió gratamente. Buena peli policiaca hijjjpánica jeje.
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