“10
años y divorciada” (Yemen, 2014), es una película basada en el libro “Me llamo
Noyud, tengo diez años y estoy divorciada” (Editorial Martínez Roca, 2009, unas
160 páginas), que cuenta una historia real, la de Noyud, una niña yemení que,
como otras miles al año, son obligadas a casarse cuando les llega su primera
regla (y, a veces, ni eso).
Es una historia terrible, ciertamente
horrible. “Diez años y divorciada” es una de esas películas, acogidas con
tibieza por una parte de la crítica cinematográfica, cobarde, que prefiere
mirar para otro lado, pero reivindicativa y necesaria, como “La bicicleta verde”
(producción germano- saudí, 2012) o “Buda explotó por vergüenza” (Irán, 2007),
para conocer la realidad social que infelizmente protagonizan las mujeres de
muchos países musulmanes, que, aún hoy en pleno S.XXI, viven anquilosados en
tradiciones y costumbres medievales, a golpe de religión y de kalashnikov.
El título, tanto del libro, como de la
película, ya te lo dice todo. Una niña de diez años, casada, huye de las
palizas, maltrato y violaciones a las que la somete su marido de treinta, con
la esperanza de que un juez le dé una salida a su temprano e infernal
matrimonio.
En
un flash-back vemos la corta vida de Noyud, criada entre los bellos y bucólicos
riscos de Yemen, entre piedras, vacas esqueléticas, ovejitas y granos de café.
Pronto, la veremos casada y viviendo en Saná, la capital del país, aunque su
historia viene de un matrimonio campestre, con un contrato prematrimonial por
medio, con almendras y dinero incluidos. La religión, siempre presente, no
falta en toda la película.
Hay una escena, que para mí es muy reveladora, en la que la niña vende su anillo de casada para comprarse una
simple muñeca. Aunque, he de decir, que una de las que más me llamó la atención
fue la de la celebración de la noche de bodas, kalashnikov y cuchillos
mediantes, con su posterior maltrato y violación.
El
juez (bastante occidentalizado), escucha esta desgarradora historia, muy
vigente en Yemen, y el Juicio se convierte en mediático, hasta el punto que el
Jeque (Jefe del Clan de Noyud), llega a presentarse con hombres armados en la
Sala y con la Sharia como única Ley…
…
En fin, una película de lo más recomendable, para abrir ojos, para abrir
mentes. En mi opinión, de obligado visionado, para ver y constatar, como se
trata a las niñas, y a las mujeres, en algunos países musulmanes, en nombre de
la religión, en nombre de unas costumbres medievales.
Terrible, como todas las cosas terribles de millones de niños y los que pueden no hacen nada, sólo denunciarlo como haces tú.Este mundo es un espanto, un abrazo triste duncan
ResponderEliminarEs terrible. Se la puse a mis alumnos de 1º y 2º de PMAR y tuve alumnos que me pidieron, por favor, que la quitara, porque no aguantaban lo que veían. Tras una pausa, les expliqué la necesidad de ver películas como esta, y la finalizamos con una serie de preguntas y un poco de debate mientras la visionábamos. No están acostumbrados a ver estas realidades. Un maullido ambar ;-)
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