La
bibliografía sobre “Últimos de Filipinas” o los “Héroes de Baler” es extensa.
Como historiador por un lado, y como autodidacta por otro, he manejado varios volúmenes
sobre el tema concreto, y sobre “La guerra hispano-filipina” y “El Desastre del
98”, siendo para mí de especial interés la suerte que corrieron muchos
extremeños en aquellas latitudes asiáticas, como el médico villanovense Felipe
Trigo o el soldado Deogracias González Hurtado (esclavizado al ser tomado
prisionero), así, a bote pronto.
Este
interés por la suerte, y el fin del Imperio Español (1.898) con la pérdida de
Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y la posterior venta a Alemania de Las Palaos,
Guam, y Las Carolinas (1.899), me lleva, como una polilla a la luz, a
arriesgarme a alquilar “1898. Los últimos de Filipinas” (2016), superproducción
española, basada en el hecho histórico, La guerra hispano-americana, y para ser
más preciso, “El sitio de Baler”.
Sin
entrar en detalles históricos, porque la verdad es que me perdería en el Mare
Magnum que es el hecho en sí, el contexto histórico, las circunstancias
geopolíticas mundiales, nacionales y hasta regionales, y centrándome más en lo
que es la película, os diría que: Si buscáis una cinta fiel a los hechos, aquí
NO la vais a encontrar. El sitio de Baler no aconteció como se narra en la
cinta. No lo digo yo, lo dicen los historiadores, los hechos, los propios
acontecimientos narrados posteriormente. Lo dice hasta la maldita Wikipedia. El
rigor histórico, como se suele decir, brilla por su ausencia.
Ahora
bien, si buscáis una recreación histórica. Pues entonces no iréis descaminados.
Si buscáis puro entretenimiento, una película bélica, algo que se acerque
someramente al colonialismo español en aquellas tierras (aunque sea
kilométricamente), bien contado (aunque sin tirar muchos cohetes, no os vengáis
arriba) y narrado, con buenos efectos y una historia sobre lo absurdo de las
guerras (épicas o no), apoyado en un importante reparto de actores nacionales…
Pues esta es tu cinta.
Gran
fotografía, música fiel a lo que se le pide, entretenimiento de grandes salas de
cine. Merece la pena, aunque sea de pasada (me voy a volver a repetir),
acercarse a la Historia de España, aunque sea de esta manera (menos da una
piedra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión me interesa, y lo sabes...