Con “Berlín.
Dos investigaciones de Jan Karta (1936-1937)”, se cierra la
trilogía del genial detective berlinés. En este volumen vemos a un
Jan que vuelve precipitadamente de Francia para encontrarse una
Alemania que ha caído en el Autoritarismo hitleriano, la falta de
libertad y la organización de los Juegos Olímpicos, donde el
régimen intenta limpiar el buen nombre de Alemania. La prensa
internacional se interesa por el destino de los atletas judíos, y
los nazis harán todo lo posible para ocultar sus terribles
tejemanejes. “Regreso a Berlín (1936)”, es el intento de Jan
Karta de dar a conocer la realidad alemana. Él que nunca se ha
metido en temas políticos, aquí no duda en unirse a un pequeño
grupúsculo disidente para luchar contra el Mal del nazismo.
En
“Siemenstrasse 66 (1937)”, vemos a un Jan que ha envejecido a un
ritmo desorbitante. Su pequeño grupo comienza a desmoronarse, en su
lucha contra el nazismo. Caen y mueren los compañeros y amigos, y
Jan Karta tendrá que recurrir a un viejo amigo, comisario berlinés,
para intentar salvar su vida. Una joven y guapa camarera le declarará
su amor, pero Jan está metido en tantos líos, y se siente tan
viejo...
Tal como comenté
en “Weimar” y en “Roma”, esta es una de esas trilogías que
merecen la pena leer, que se disfruta desde la primera página. Unos
guiones bien planteados, un dibujo dinámico, es de lo mejor del
género negro. Con dos premios internacionales a sus espaldas, “Grand
Prix des Alpages (Suiza) y el “Yellow Kid” de Lucca (Italia),
decididamente, muy recomendable.
P.D: Ojalá
volvamos a saber, algún día, de Jan Karta. Seis aventuras, saben a
poco.
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