domingo, 20 de noviembre de 2016

Historias de Bosnia. Joe Sacco



        Si lees cómics normalmente, o novelas gráficas, sueles conocer, aunque solo sea por referencia, a Joe Sacco (Malta, 1960). Aquí, en el blog, ya le dediqué una entrada hace un tiempo, por su “Palestina”, que era una visión muy personal que este periodista e historietista, y con la que ganó el American Book Award (1996).

         Su estilo, inconfundible en el dibujo, con viñetas movidas, creadas en diagonal, suele venir acompañado por material más que interesante, de ese que no sueles ver en los Telediarios, ni siquiera en los documentales rompedores de la televisión por cable.

         Sacco nos tiene acostumbrados, a mezclar periodismo con cómic, y que dure, pues para mí es uno de los autores referencias de calidad. En “Historias de Bosnia”, nos narra el final de la Guerra de Bosnia, en un tomo dividido en tres partes, a través de dos personajes, muy distintos entre sí, como son Neven (Primera parte): Un antiguo francotirador serbio, que lucha del lado bosnio. Bebedor, fumador, apostador, siempre anda falto de dinero y saquea bien a Sacco, a cambio de contarle sus batallitas.

         Soba (Segunda parte): Artista bosnio, mediático, músico, pintor, desactivador de minas, que se debate si quedarse en Sarajevo o salir de Bosnia y convertirse en un artista multimedia internacional, y que nutre a Sacco, igualmente, de batallas y horrores de la guerra.

        Y una última parte, donde Sacco, a modo de epilogo, nos habla de Radovan Karadzic, que acude a una misa de fin de año, como si tal cosa… “Navidades con Karadzic”.

       El trabajo periodístico de Sacco se transforma en su propia biografía. Sacco intenta no mezclarse, no involucrarse mucho y ser testigo directo de los hechos, pero arriesga muchísimo, con su sola presencia, y pasa a formar parte de las mismas. En la primera parte, me recordó mucho a los horrores de los que hablaba Pérez-Reverte, en su día, de esta guerra, de su “Territorio Comanche”. Neven, a veces, mentiroso y embustero, exagerado, es un superviviente nato, con agallas, a veces me recordaba a una especie de Torrente bosnio. Soba, sin embargo, es la tristeza personificada de un hombre que ha visto de todo, que ha perdido todo y que quiere vivir y rehacerse. Neven también, pero él está hecho de otra madera.

        El horror de la guerra, los estragos físicos, psicológicos, el destrozo que una guerra hace en un pueblo que llevaba quinientos años de convivencia, todo está francamente bien desarrollado en este cómic, con su blanco y negro, riguroso, expresionista. Lectura muy recomendable.



2 comentarios:

Tu opinión me interesa, y lo sabes...