Cuando
se publicó “Golem”, de Lorenzo Ceccotti (Aka LRNZ), varios medios
especializados italianos, entre ellos “La Repubblica” y “La Stampa”, lo
celebraron por todo lo alto, con unas críticas muy favorables, y entusiasmados
por esta novela gráfica. Y la verdad, no es de extrañar, porque “Golem”, con su
estética de manga japonés, su historia futurista y su impresionante colorido,
enganchan pronto.
Nos encontramos en un futuro no muy lejano
(2030). Europa y Asia se han unido en una Federación. La moneda es el Pseudo. En
Italia no existe el desempleo, el país se ha convertido en una gran potencia
(más de lo que ya es), ha desaparecido la pobreza, la educación está al alcance
de cualquier bolsillo y la sanidad ha avanzado una barbaridad. El capitalismo, liderado por las grandes corporaciones
financieras y diversas marcas mercantiles, ha triunfado en todos sus frentes.
La gente es feliz, y basa esa felicidad en el consumismo desatado, de toda
clase de cosas, productos y artefactos. En este escenario, Steno, un chico que
sufre el acoso típico en clase, ve como secuestran en un atasco monumental a
Rosabella, amiga, e hija del Primer Ministro italiano (Filagone). El propio
Steno, es hijo a su vez, de un científico, inventor de un dispositivo para desactivar
toda la nanotecnología. Pronto, se verá envuelto, junto a los comandos Shorai,
que luchan contra el Estado, en una operación de rescate que irá más allá, a la
revolución social, para cambiar el orden de las cosas… Será el principio, sin
duda, de un nuevo y diferente futuro.
Con referencias a “1984”, “Matrix”, pero sobre
todo a “Akira”, esta novela gráfica es como montarse en un coche de carreras, a
toda velocidad, y sin apenas darte tiempo en un primer vistazo a darte cuenta
de todos los detalles, porque vas taaaan rápido, y todo sucede tan deprisa, que
si pestañeas, te lo pierdes. Desde luego, muy recomendable.
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