Nick
Naylor es el portavoz de una de las mayores compañías tabacaleras de Estados
Unidos. Su vida gira en torno a dos cosas fundamentales. Por un lado, defender
el consumo de tabaco, que mata a medio millón de estadounidenses al año, para
lo cual se le ocurre la genial idea de recurrir a Hollywood, y su cine, para
intentar reflotar la industria. Por otro lado, intentar que su hijo Joey se
sienta orgulloso de él y de su trabajo mientras intenta evitar perderlo.
La película, de apenas noventa minutos, es un
compendio de humor negro e inteligente, sarcasmo e ironía a raudales. Y aunque
tiene ya sus diez añitos, y a más de uno os pueda parecer que el tema del
tabaco está un poco ya superado (al fin y al cabo, la novela en la que se basa
la película es del 94, al parecer), creo que nada más lejos de la realidad. Es
igual de fresca hoy que entonces. Yo me la he tomado como una crítica brutal a
la sociedad americana, a la hipocresía y falsedad de las empresas, de los
propios medios de comunicación, a la manipulación soez de los publicistas… En
fin, una crítica mordaz y rabiosa a todo, pero desde un punto de vista
humorístico.
Muy recomendable, ¿Fumar o no fumar?, lo
importante, al final, es poder pagar la hipoteca.
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