martes, 9 de febrero de 2016

Operación Muerte (Astiberri, 2010) Shigeru Mizuki


Operación Muerte, de Shigeru Mizuki (1922-Nov 2015), es otro de esos cómics, novelas gráficas, que tenía pendiente de leer desde hace mucho tiempo (varios años). Al autor, un abuelete japonés, le conocía por referencias del manga y el anime, como Ge Ge Ge Kitaro, del que había visto algo (en mi etapa universitaria). Por NonNonBa, que le valió el Premio de Angulema en 2007 (me niego a ponerlo en francés, lo siento), y que reconozco que no he leído, aún, por tenerlo en el Cajón (a veces Estante) de las Lecturas Pendientes, pero sobre todo por "Hitler: La novela gráfica", que ya en su día me llamó mucho la atención por la combinación de personaje caricaturesco y fondo realista, contundente, que hace que los personajes estén, adrede, por debajo del acontecimiento histórico que se les viene encima.

 En Operación Muerte me volví a encontrar este tipo de escenas, que para mi hacen más dramáticas, si cabe, la historia pseudo-autobiográfica (reconoce en el epilogo que solo el 90% de lo narrado fue real) de este prestigioso y reconocido autor japonés, veterano de guerra (era zurdo y perdió el brazo izquierdo en la contienda) que fue un verdadero adalid de la Paz (con varios premios reconocidos en su país, no solo de Manga vivía el hombre), con Museo (incluido) en la ciudad de Sakaiminato

En esta "Operación Muerte", nos encontramos a un joven Mizuki, reclutado en 1942, y destinado a Papúa Guinea. Desde el comienzo del cómic, nos encontramos con las palizas y abusos de los veteranos a los novatos, con las privaciones de los soldados, y con la ingenuidad de muchos de ellos ante la guerra. La soberbia de los mandos, de los oficiales incoherentes, destaca con el surrealismo de escenas, de acontecimientos que narra Mizuki con una impresionante sobriedad. La historieta, lo caricaturesco que mencionaba anteriormente, tanto del dibujo como de las situaciones, conviven con el horror de la guerra, un horror que va "in crescendo", y todo bien mezclado con las muertes absurdas en la selva, la malaria, la disentería, la continua violencia (siempre muy presente), la falsedad y la palpable incompetencia de los superiores que mandan a los soldados a una muerte segura, con el Honor como excusa... Y esa "Operación Muerte", que no deja de ser un ataque suicida, absurdo, contra un enemigo, el norteamericano, que aparece siempre como una sombra amenazante en las viñetas, como una muerte sin cara.



P.D: Aviso, la foto de la portada es mía. Las otras, me las encontré en Google...

2 comentarios:

  1. La soberbia de los mandos nipones fue la más cruel y demente de la contienda, mostrando un desprecio absoluto por hombres propios y ajenos (nadie trató tan mal a los prisioneros como ellos) En el libro de Leguineche "Recordad Pearl Harbour" cuenta muchas de estas historias, desconocidas para la gran mayoría, eclipsadas por los campos de concentración nazis o los gulag soviéticos.

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  2. Cierto Carlos, y en este cómic no hay nada más palpable que ese punto de vista... Violencia gratuita que impresiona a más no poder...

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