… Hoy me he sorprendido a mi mismo sentado junto al Naranjo de las Libertades Gatunas. Con los ojos cerrados he intentado recordar algún discurso independentista. La gatera y el Arenero Real vacío me han traigo sesgos, pequeños retazos, que me han hecho levantar los ojos a la tarde tibia de febrero.
- ¿Qué te pasa, Oh, Duncan de Gross, mediocre acólito de
La que me hablaba era Clío, una de mis Musas. De cabello castaño y rizado, de mejillas sonrosadas y con leve túnica recogida por una bella fibula en forma de pergamino abierto sobre su hombro izquierdo, sus pliegues, caprichosos y volátiles, me decían que, como buena griega, no llevaba nada debajo. Las Musas, normalmente se me presentan cuando estoy borracho, me dicen coisas al oído, confunden mi mente o la despejan, me dan papel y bolígrafo y me dictan historias y pensamientos. Hoy juro que no he bebido.
- Me acuerdo mucho de él, de sus aventuras, de sus historias y manías…, -, he confesado un tanto abatido.
- Es bueno recordar a lo que se fueron, nacido bajo el Signo de Orión, también es bueno llorar de vez en cuando, pero tus votos son los de renacer, cual fénix y contar estrellas… Eres un soñador, y eso hoy en día no es muy bueno, ni grato… Has perdido un amigo, pero no sabes si otro vendrá a ocupar su lugar, los designios de los dioses son, a veces, caprichosos…-, ha musitado mientras me acariciaba descuidada, ausente, el pelo.
- …El dinero te importa un bledo, no eres ambicioso y demasiado filósofo y mediocre para destacar en algo importante…Pero le caes bien a Atenea, hija de migrañas, enemiga del Paracetamol, nacida de la cabeza de su padre, y por ende, a algunas de nosotras… Así que no decaigas en tu empeño, tienes un camino que conduce a una estrella, mantén ese maltrecho estomago lleno, tus moscas volantes controladas en tu córnea y el bolsillo con algo de dinero y yo te seguiré contando historias al oído, sutilmente, para hacerte la existencia más llevadera…-
Tras esto, me ha mirado directamente a los ojos. Y en la profundidad de sus hermosos ojos negros, brillantes, he visto un mar inhóspito y un trirreme, mecerse agitado, comandado por héroes implacables… Entonces se ha acercado a mi, y he podido sentir su aliento, suave, junto a mi mejilla, y oler su fragancia, de flor de jara, que me ha ruborizado…
- ¿Te he contado alguna vez, Oh, Duncan de Gross, la historia de los Argonautas?. -, y dichoso, la oí, sin perder palabra…
Pues ansiosa me quedo de escuchar esa historia de los Argonautas narrada como tu sólo sabes.
ResponderEliminarFantastic!!
Besos.
Me uno a Rosa. Cuenta una historia de héroes en este mundo de mediocres villanos. Inspira inspirado por tu musa, y vuelve a volar que nosotros te seguimos el rastro en los viajes más peligrosos. Y te acompañaremos en trirremes a nuevas aventuras. Tenemos ganas de batalla, guíanos.
ResponderEliminarsi es por harryhausen mejor, no? ;)
ResponderEliminarYo nací en la cara mala,
ResponderEliminarllevo la marca
del Lado Oscuro
El Naranjo de las libertades... qué buenos recuerdos debes de tener de tu gato Michel... Nos quedan tus historias y con ellas su recuerdo.
ResponderEliminarBesos.
Lástima lo de Michel, yo tengo un perro que es mas como Diogénes por lo de rebuscar en la basura, un día dará con el chocolate caducado y la tendremos, recomiendo "El dia que los animales hablen" comic-book de Matt para animarse un rato con los gaticos y los monetes. Suerte Duncan con tu libro.
ResponderEliminarDuncan cuéntanos esa historia de Jasón y los argonautas, será un placer leerla versionada por ti. Besitos
ResponderEliminarBueno qué sabias son las musas, y esta lo muestra.
ResponderEliminarSigamos contando estrellas.
Un beso
¡Cómo estamos! Yo el domingo me leí el artículo de Punset entero, en el XL Semanal,me pareció un deber, ya sabes por qué. Iba de la importancia de la intuición; de que era más segura que la razón para llegar a la verdad y me acordé de él y su escepticismo y sus bloodys y de ti, un poco menos, porque para mí era doblemente real porque existía y lo que tú inventabas me lo llegaba a creer entero... Estoy por aquí, por si necesitas algo.Besos
ResponderEliminar¡Regresó Duncan y su Olimpo!...Encantada de seguir tus diálogos. Escucha a tus musas...ya ves que casi te profetizan la llegada de un milchel V de gato, a mi me encantaría escuchar historias de esa reencarnación...
ResponderEliminarbesito volado
Espero que cuando te levantes mañana por la mañana tengas el recuerdo de Michael en la retina junto al Naranjo de las Libertades con los bigotes rizados de tanta revolucion condensada...pero recuerdalo con una sonrisa en la boca ... te apoyamos y tambien lo recordamos contigo.
ResponderEliminarBesos :)
Duncan...disculpa, de antemano, mi gato-osadía pero creo que algún amigo mio está intentando adoptarte...ojo a las señales del Olimpo de los Gatos...
ResponderEliminarEstoy preocupado por ti...al igual que todos mis amigos los gatos...nos apena que estés triste.
Cabalayka está ocupada con asuntillos de gatos chinos tal y como le solicitaste...miau, jejeje, miau.
Me uno a las peticiones de todos...una de argonautas por fa.
Haz caso a la musa con nombre de coche francés jeje ;)
ResponderEliminarQuiero leer esa historia que dejas en suspenso...
ResponderEliminarNo pierdas tu estrella, hace caso a la musa, porque continuamente en la vida vivimos con recuerdos, buenos y malos momentos. Pero todo ello nos tiene que ayudar a transitar el camino que elegimos.
Gracias por tu comentario ;) Siempre me sirven mucho.
Un besotooon
Duncan hazle caso a tu musa que tiene mucha razón.
ResponderEliminarYo tambien tengo las dichosas moscas volantes.Cualquier dia cojo una matamoscas y ya verán...
Besitos
Me pareció este fin de semana ver a Terpsícore... No hice mucho caso.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta bien que las musas vengan a visitarte, que nunca se olviden de ti.
ResponderEliminarHaz caso de CLIO, si Atenea te protege, todo irá absolutamnete bien, aunque Michel ya no esté.
ResponderEliminaroh melancolía... por suerte tienes un par de musas que te pueden acompañar durante esos momentos de bajón. Eso sí, no me parece que seas del grupo mediocre que no destaca, una humilde opinión ;) besitos!
ResponderEliminarLa impronta de Michel IV no ha quedado en el olvido.
ResponderEliminarsaludos
Yo también echo de menos a Michel. Pero tienes la fortuna de contar con las musas, que no te abandonan.
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, hazle caso a Clio, te quedas con lo bonito que te dejó el dueño del Arenero Real y a seguir disfrutando, es lo que él querría.
ResponderEliminarSeguro
:)