Me gusta el edificio donde vivimos. Es un edificio relativamente nuevo, tiene veinte años, encima de un supermercado con una rumanita mendigando en la puerta (no le gustan las monedas cobreadas de 1 y 2 céntimos). Tiene seis plantas que Michel IV ya ha sobrevolado en dos ocasiones con, hasta ahora, idéntico resultado: Magulladuras producidas por los rebotes entre las diversas cuerdas de los tendederos que, como hilos de araña, jalonan las ventanas de las terrazas.
Es un edificio normal y corriente dentro de la ciudad, arquitectónicamente no destaca del resto, seguramente el arquitecto aquel día copio y pego directamente del Google para no complicarse mucho la vida, y le salió bien, es lo que tiene ser arquitecto técnico o estar en último año de carrera y trabajar para algún avispado constructor de la ciudad.
Lo que no me gusta, y últimamente me asquea, es la esfinge del rellano. En el rellano del bajo, junto al portal, habita una esfinge, justo en el hueco de la escalera, junto al ascensor. La esfinge es un bicho con cara y pechos de mujer, patas y cola de león, y alas de águila. Las hay de varios tipos o razas, la nuestra, la de nuestro rellano, es griega. También las he visto egipcias, que suelen ser con careto de hombre y sin alas, la última la vi en la Consejeria de Educación dándole cabezazos a un auxiliar administrativo de la Junta, tendría un mal día, o su equipo había perdido, vete a saber.
La Esfinge del rellano se llama Amparo. Tiene sus ratos. La crió Apolodoro, que es un viejuno que vive en el 1º C, pensionista, ex conductor de autobuses urbanos, el cual me ha dejado algunos libros de Tolstoi para Michel en alguna que otra ocasión. Amparo fue un regalo navideño, se la echaron los Reyes en las Navidades de 2.005, por parte de su hijo Pausanias, un solterón que vive en Cáceres, vendedor de seguros.
Las esfinges de pequeñas son muy monas, las venden en Carrefour. Son unos bichejos simpáticos, juegan, devoran, les da por arrasar todos los campos de las Vegas del Guadiana (a los agricultores les da igual, ellos cobran el PER) y atacar los F-5 portugueses heredados por el Imperio Yanqui de la Guerra del Vietnam, los lusitanos están muy ilusionados con ellos, pero las esfinges suelen derribar (como si fuesen gorriones) dos o tres al año…
Después cuando se van haciendo mayores se hacen bastante insoportables, tienes que comprarles un buen sujetador para que no estén todo el día con los pechos en top-less, les da por hacer sudokus, sopa de letras, crucigramas, y lo que es peor, les da por los acertijos, los enigmas les encantan, y lo chungo es que con ellas no vale eso de “Ahm, pues ese no me lo sé…”, porque se rebotan y te intentan estrangular, una mala costumbre, y al final siempre acabas a tortas con ellas.
En fin, Amparo, ya crecidita a sus tres años, se escapa de casa del pobre Apolodoro, y le da por asustar a los vecinos del bloque, se mete en el hueco de la escalera, como ya he dicho, y cuando entras en el rellano, al cerrar tras de ti el portal, sale juguetona y con silbante voz, te suelta un acertijo. Más de la mitad de las veces el vecino de turno acaba a ostias con el bichejo, porque suelen ser complicadas dichas adivinanzas y tiene mal perder. Según Michel, el lunes pasado una chica joven acabó azuzándole un Yorkshire al pie del ascensor.
Amparo entra y sale cada vez que le viene en gana de casa. Apolodoro, como ya digo, no puede evitarlo. Le da por posarse en la antena comunitaria por las tardes y se descuajaringan Antena Neox y Radio Intereconomia, aparte que Michel dice que invade su espacio aéreo (el del patio-lavadero). Hay dos tipos que equipados con un vespino, presumo que robada, le tiran con una escopeta de balines desde un descampado cercano. El día menos pensado se les plantará delante con un acertijo sobre el Románico y no sabrán que contestar… A un extraño hippie de la avenida con cuernos y pezuñas de cabra, le ha partido una flauta travesera en la cabeza. La protectora de animales no se quiere hacer cargo porque al último veterinario, hace dos semanas, le cruzó la cara de un garrazo certero por contestar a un acertijo “La Duquesa de Alba”, cuando la respuesta correcta era “La Momia de Nefertiti”. El veterinario, miembro del grupo “Electro Popins Jazzers” está de baja desde entonces y se ha perdido la gira por el “Roseburg”… Me imagino el sacrificio que debe ser, para un pensionista, criar y mantener una rebelde, y mal criada, esfinge…
Conmigo se lleva relativamente bien, yo le doy magdalenas cada vez que me la cruzo, y me guiña, risueña y feliz, un ojo ensangrentado mientras juguetea con algún guardia municipal. Sólo en una ocasión me hizo una pregunta…
Venía despistado, con el pan bajo el brazo, mis chanclas azules de Carrefour, mi camiseta de Kukuxumusu donde aparece una oveja disfrazada de lobo, mis gafas de diario y mis bermudas multicolor, un poco cogorza (con cinco chupitos encima), porque creo recordar que había estado aquel día en la inauguración de un restaurante chino, con el Colón Irritable a cien, deseando entrar en mi W.C, cuando me sale al paso nada más entrar en el rellano. En buen momento pensé. Y antes que pudiera llegar al ascensor, me aborda, intimidatoriamente, siseando la siguiente cuestión:
- “¿Qué ser tiene ojos de sierpe nada más levantar el sol a sus ojos, cerrados durante la vida del día, y como platos negros bajo la mirada de Selene?.”
- “El Gato.” Contesté.
Y Amparo, complacida, me dejó pasar al ascensor, hacia mi destino, hacia mi W.C…
Es un edificio normal y corriente dentro de la ciudad, arquitectónicamente no destaca del resto, seguramente el arquitecto aquel día copio y pego directamente del Google para no complicarse mucho la vida, y le salió bien, es lo que tiene ser arquitecto técnico o estar en último año de carrera y trabajar para algún avispado constructor de la ciudad.
Lo que no me gusta, y últimamente me asquea, es la esfinge del rellano. En el rellano del bajo, junto al portal, habita una esfinge, justo en el hueco de la escalera, junto al ascensor. La esfinge es un bicho con cara y pechos de mujer, patas y cola de león, y alas de águila. Las hay de varios tipos o razas, la nuestra, la de nuestro rellano, es griega. También las he visto egipcias, que suelen ser con careto de hombre y sin alas, la última la vi en la Consejeria de Educación dándole cabezazos a un auxiliar administrativo de la Junta, tendría un mal día, o su equipo había perdido, vete a saber.
La Esfinge del rellano se llama Amparo. Tiene sus ratos. La crió Apolodoro, que es un viejuno que vive en el 1º C, pensionista, ex conductor de autobuses urbanos, el cual me ha dejado algunos libros de Tolstoi para Michel en alguna que otra ocasión. Amparo fue un regalo navideño, se la echaron los Reyes en las Navidades de 2.005, por parte de su hijo Pausanias, un solterón que vive en Cáceres, vendedor de seguros.
Las esfinges de pequeñas son muy monas, las venden en Carrefour. Son unos bichejos simpáticos, juegan, devoran, les da por arrasar todos los campos de las Vegas del Guadiana (a los agricultores les da igual, ellos cobran el PER) y atacar los F-5 portugueses heredados por el Imperio Yanqui de la Guerra del Vietnam, los lusitanos están muy ilusionados con ellos, pero las esfinges suelen derribar (como si fuesen gorriones) dos o tres al año…
Después cuando se van haciendo mayores se hacen bastante insoportables, tienes que comprarles un buen sujetador para que no estén todo el día con los pechos en top-less, les da por hacer sudokus, sopa de letras, crucigramas, y lo que es peor, les da por los acertijos, los enigmas les encantan, y lo chungo es que con ellas no vale eso de “Ahm, pues ese no me lo sé…”, porque se rebotan y te intentan estrangular, una mala costumbre, y al final siempre acabas a tortas con ellas.
En fin, Amparo, ya crecidita a sus tres años, se escapa de casa del pobre Apolodoro, y le da por asustar a los vecinos del bloque, se mete en el hueco de la escalera, como ya he dicho, y cuando entras en el rellano, al cerrar tras de ti el portal, sale juguetona y con silbante voz, te suelta un acertijo. Más de la mitad de las veces el vecino de turno acaba a ostias con el bichejo, porque suelen ser complicadas dichas adivinanzas y tiene mal perder. Según Michel, el lunes pasado una chica joven acabó azuzándole un Yorkshire al pie del ascensor.
Amparo entra y sale cada vez que le viene en gana de casa. Apolodoro, como ya digo, no puede evitarlo. Le da por posarse en la antena comunitaria por las tardes y se descuajaringan Antena Neox y Radio Intereconomia, aparte que Michel dice que invade su espacio aéreo (el del patio-lavadero). Hay dos tipos que equipados con un vespino, presumo que robada, le tiran con una escopeta de balines desde un descampado cercano. El día menos pensado se les plantará delante con un acertijo sobre el Románico y no sabrán que contestar… A un extraño hippie de la avenida con cuernos y pezuñas de cabra, le ha partido una flauta travesera en la cabeza. La protectora de animales no se quiere hacer cargo porque al último veterinario, hace dos semanas, le cruzó la cara de un garrazo certero por contestar a un acertijo “La Duquesa de Alba”, cuando la respuesta correcta era “La Momia de Nefertiti”. El veterinario, miembro del grupo “Electro Popins Jazzers” está de baja desde entonces y se ha perdido la gira por el “Roseburg”… Me imagino el sacrificio que debe ser, para un pensionista, criar y mantener una rebelde, y mal criada, esfinge…
Conmigo se lleva relativamente bien, yo le doy magdalenas cada vez que me la cruzo, y me guiña, risueña y feliz, un ojo ensangrentado mientras juguetea con algún guardia municipal. Sólo en una ocasión me hizo una pregunta…
Venía despistado, con el pan bajo el brazo, mis chanclas azules de Carrefour, mi camiseta de Kukuxumusu donde aparece una oveja disfrazada de lobo, mis gafas de diario y mis bermudas multicolor, un poco cogorza (con cinco chupitos encima), porque creo recordar que había estado aquel día en la inauguración de un restaurante chino, con el Colón Irritable a cien, deseando entrar en mi W.C, cuando me sale al paso nada más entrar en el rellano. En buen momento pensé. Y antes que pudiera llegar al ascensor, me aborda, intimidatoriamente, siseando la siguiente cuestión:
- “¿Qué ser tiene ojos de sierpe nada más levantar el sol a sus ojos, cerrados durante la vida del día, y como platos negros bajo la mirada de Selene?.”
- “El Gato.” Contesté.
Y Amparo, complacida, me dejó pasar al ascensor, hacia mi destino, hacia mi W.C…
A ti la locura te va y te viene, como lo del colon (ya que citas al final el WC jaja). Deben ser también rachas. Porque ahora has vuelto a una etapa alucinógena que es cosa mala jajajajajaja. Pero como siempre genial y muy entretenida, para nosotros tus devotos lectores jeje.
ResponderEliminarPor cierto, ¿desde cuándo los portugueses tienen F-5? :P
Bueno Carls, si a ti te encantan mis historias, jejeje ;-). Eres uno de mis mejores fans!!!
ResponderEliminarUn cliente portugués me comentó hace un par de semanas que tienen 5 o 6 F-5 para todo el país y los utilizan de prácticas, y antiguos F-17... No puedo ampliarte más.
No me extraría nada viendo como se las gastan jajajajaja. Pero los Alpha Jet van mejor para esas cosas jeje. Y lo del F-17 ya es el colmo jajaja. La madre que los parió.
ResponderEliminarBueno vamos a dejarnos de conversaciones tan "tésnicas" que luego la gente se nos aburre :P
Bonito mundo estás creando, cualquier día te encuentras al flautista pezuñero por la calle (que en tu barrio no me extrañaría lo más mínimo) y no llegas al wc, je, je, je.
ResponderEliminarCierto Lups, es todo un mundo, muy interesante, pero se está desarrollando sólo, y a una velocidad espantosa...
ResponderEliminarCreí que no llegaba, no me dejaba pasar la esfinge, blogger también tiene una y si no la das el santo y seña no te permite pasar...no sé que me ha gustado más si los cotilleos de Michel IV o el raro hippie de la siringa y las patas de cabra, es un enigma. Duncan , estupendo como siempre.
ResponderEliminarGracias Ambar ;-) Me anima a seguir contando historias estos comentarios... Me han preguntado dos personas quién es el hippie de la flauta, para responder a ello, habrá que leerse el post "Marsias" del mes de agosto ;-)
ResponderEliminarSigue con tus historias... nos reimos mucho!
ResponderEliminarUn beso!
jajajajaja... que bueno señor De Gross. Que sepas que estas contribuyendo a que descienda la venta de libros, tu blog es mejor y encima es interactivo. ;-)
ResponderEliminarGracias Candi y Posso!!, seguramente ocurriran nuevos acontecimientos en breve, solo hay que esperar, jajaja, besotes!!
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