Ufff, la verdad es que nunca imaginé que una evaluación diera tantos problemas. Anoche estuve hasta bien tarde corrigiendo algunos trabajos y exámenes. Micho se retiró pronto al Patio-Lavadero, estaba ilusionado con el librito de Lovecraft que venía con El País del domingo y quería dormirse leyendo... Mientras, yo, huérfano de musas y diosas, con dos cafés entre pecho y espalda, me batia en duelo con miles de incoherencias y faltas de ortografía... Apenas dormí nada porque a eso de las cinco y media de la mañana, con una niebla que se podía cortar con un cuchillo y servirse con el desayuno, partí de Badayork camino a Castuera. Micho dormitaba aún, como un tierno peluche blanquinegro, en la Gatera Real que un día fuera Palacio Soberano de Michel IV de Gato...
Miles Davis, Norah Jones y Fat Domino me acompañaron todo el trayecto, haciendo más amena las casi dos horas de coche ("El Grajo Milenario" se porta bien) y más llevadera la vorágine de pensamientos sobre exámenes, fecha de entregas, reuniones del CCP, de departamento, etc. ¡¡Ni siquiera tengo tiempo para estudiar mis propias opos!!. La evaluación comienza a partir del 2, pero previamente debemos tener todas las notas metidas en "Rayuela" (programa informático de la Junta).
De 88 alumnos que tengo (curioso, pero también somos 88 profes en el claustro), va a aprobar el 90%. Y no porque yo pase mucho la mano, sino porque se nota que en los últimos diez días se lo están trabajando, con actividades, trabajos, etc. He renovado hasta el 11 de diciembre (la siguiente renovación sería hasta el 15 de enero), y a partir de la próxima semana me pondré a saco con la segunda evaluación, aunque en los 20 días, puente de por medio, poco podré hacer...
Que vontades tenho de relajarme uns dias, tranquilamente, na boa companhia de Micho, nossos livros e conversas, e os mitos que temos a sorte de desfrutar...