lunes, 31 de agosto de 2009

Seguir Soñando...


Es curioso como, un gato pequeño, se enfrenta cada día, como un reto, una aventura, a cosas que a nosotros nos parecen completamente cotidianas, como abrir un grifo o apagar una luz. Micho, en su infinita curiosidad gatuna, observa todos los movimientos, la ventana de la avenida, la mosca que huye del calor y que queda atrapada en lo inhóspito de un cristal y que zumba alocada en busca de libertad, o el vuelo de una servilleta de papel que cae, con un vuelo impredecible a un suelo lleno de periódicos y libros viejos y usados donde los crucigramas esperan un último esfuerzo.


¿Hemos perdido los adultos esa capacidad de sorprendernos con lo cotidiano?, esa inquietante curiosidad que hace que afines los oídos cuando escuchas una buena y nueva historia, en la que la protagonista sea una abeja o un simple planetoide rodeado de estrellas, y que chispea, atina, como un fogonazo, la mecha de nuestra imaginación, que encabritada, se dispara, estalla y te hace sonreír, soñar, volar, simplemente volar…


Me gusta creer que no. Muchas veces le cuento historias a Micho. Historias inauditas de chicas que se transforman en olivos huyendo de un pretendiente, de dioses que se disputan un pedregal arcaico o de tipos que son ahora lluvia, mañana águilas que surcan los cielos en busca de algún despistado… Enseguida abre los ojos de par en par y echa las orejas para atrás, sé que disfruta con mi voz, con la historia narrada, mascada pausadamente, acompañada de gestos y expresividad. Yo también disfruto contándoselas, y me gustaría, a veces, en ese preciso instante, poder parar el tiempo, aunque solo sean tres segundos. Memorizar cada uno de los gestos, el brillo de sus ojos que me hablan de que su imaginación orbita alocada siguiendo el hilo de mi narración…


Incluso cuando muchos dejan de creer, y ya no escuchan tu voz, y te miran como un trasto viejo, o con los mismos ojos de los que observan a un anquilosado recuerdo lleno de polvo, una vieja fotografía nostálgica, y solo perciben el sonido del móvil, el ruido de los motores, o la letanía del presentador del tiempo, y aparcan su imaginación, su capacidad por descubrir cosas nuevas y por volar… Yo sigo narrando, ahora entre susurros, y a veces a grito pelado con un chupito de absenta en la mano y ojos llorosos, nuevas historias para poder seguir soñando con otros mundos, mitológicos en casi todos los casos, en los que perderme en compañía, como no, de un gato…

miércoles, 26 de agosto de 2009

Bobadas


Me dice que no me cree, que me deje de decir bobadas y que vuelva con ella a casa. Bobadas, esa es la palabra. Ese no es tu sitio, me susurra, y yo la escucho, con la raíz de la duda cosquilleándome detrás de la nuca. Le digo que me lo pensaré y le cuelgo.


Vuelvo a la cocina. Me preparo un café, no sé si es el tercero o el cuarto de la tarde, y miro el lienzo, los colores en la paleta, el aceite de linóleo, los papeles de periódicos manchados con resto de óleo. La obra no me acaba de convencer. Comenzó siendo el tronco de un árbol, poco a poco le fui dando un fondo donde desarrollarse, después llegaron las ramas, algunas recias y otras delicadas, algunas hojas que me llevaron semanas enteras y un cielo infinito, contemplativo, que remata un cuadro aún inacabado.


Pienso en ella. Pienso en sus palabras mientras un sorbo de café acompaña mi mirada a través de las ventanas. Veo alejarse los autos por la calle, los viandantes que realizan sus últimas compras, parejas cogidas de la mano que se confiesan profundos sentimientos o que declaran sus más abyectos y sucios sueños.


Volver con ella a casa. ¿Acaso no estoy ya en casa?. Si esta no es mi casa, ¿porque no me siento incómodo junto a la vieja cafetera?. Me enciendo un cigarrillo y recostado en el sofá escucho la radio. Hablan de una docena de muertos en algún país de Asia. ¿Qué país?, no lo sé. Poco a poco, apuro el cigarro. Ladeo la cabeza para contemplar el lienzo. Me incorporo y cojo un pincel, remato una parte del tronco con un gris perla, tenue, no brilloso, que parece darle un toque casi mágico.


En la cocina como un sándwich mixto de jamón york y queso. Hace horas que no como. Enciendo la televisión mientras me enciendo otro cigarro. La tele tienda intenta venderme un pelador de patatas revolucionario. Decenas de testimonios avalan su fiabilidad, su uso práctico. Con el cenicero en el pecho, rematado de cenizas y colillas dobladas me quedo dormido, con la cabeza ladeada hacia ese árbol que he visto, poco a poco, crecer en el lienzo y con ella, con sus palabras, en el pensamiento.

Julio. 2.009.


“Bobadas” pertenece al grupo de relatos inconclusos que escribí este pasado Julio en cuatro servilletas de papel. Regresaba de comprar nutritiva comida para gatos del Lidl, cuando me entró unas ganas terribles de tomar un café. Nunca había entrado en ese bar, pequeño y sencillo, y desde la barra, pude oír con claridad la conversación que mantenían, (casi monologo por parte de uno de ellos), dos chicos jóvenes que tenían un cenicero casi a rebosar y cuatro tazas de café en una mesa cercana. De lo que oí, y de lo que supuse posteriormente, nació “Bobadas”… Por cierto, hoy me he levantado y me he preguntado a mi mismo en voz alta: ¿Cómo puedes ser tan puñeteramente feliz?, y Micho ha maullado cómplice…

domingo, 23 de agosto de 2009

Salvemos al Lince Ibérico.

Hola Amiguetes, The Boss of Cat es el creador de un fantástico video titulado "Salvemos al Lince Ibérico" (Está en Youtube). Hace unos días me pidió a través de un correo que colaborara en su difusión, algo que tanto Micho I de Gato como yo hacemos encantados. El video contiene fotos de estos encantadores felinos que estan en peligro de extinción, pero prefiero que The Boss of Cat os lo explique mejor...(Lo escrito en verde es suyo). Espero que os guste el video, a nosotros realmente nos encanta.


El motivo de este video es dar a conocer al gran publico los exitos del programa "Ex-Situ", para evitar que el mas enmblematico felino salvaje que tiene España se extinga. Acercarles las imagenes de como son al nacer y como van creciedo para convertirse en esa maravilla que se llama Lince Ibérico, puede contribuir a que se les quiera y respete.
Tambien quiere recavar apoyos y simpatizantes, para las politicas conservacionistas de la naturaleza en nuestro País.

Ruego que le deis a este video toda la difusión que os sea posible. Cuanta mas gente lo vea, mas posibilidades hay de que dejen de machacar los ecosistemas del Lince. Que se valore de una vez por todas, lo importante que es dejar de destruir su habitat con nuestras constumbres ganaderas, consumistas, expansionistas, mas las locuras Urbanisticas y piromanas, que son el simbolo letal de nuestro mal entendido progreso.

¿Alguien se ha parado a pensar cuantos animales han muerto y se quedaron sin hogar, a consecuencia de los incendios que arrasaron España este verano? ¿Las consecuencias que esto va a tener para la fauna de estas zonas?

Eso si. Preocupa y mucho el bajo precio de la madera quemada. Igual no es rentable recojerla.

Somos los responsables de la contaminación, desertización, el cambio climático y de los incendios (la mayoria provocados por los humanos) que estan arrasando el mundo y con ello, mantando a millones de animales inocentes.

Ha llegado el momento de pensar en ellos, antes que en nuestros intereses.

El primer paso es
respetar, cuidar y defender nuestros bosques y ecosistemas fundementales, que son el hogar de la mayoria de los animales de este pais.

Entre estos está y es el mas
amenazado de todos....

El lince Ibérico

http://www.youtube.com/watch?v=Gbp3Ewh4WiQ


Gracias por vuestra colaboración y perdonadme el sermón.(Era necesario)

miércoles, 19 de agosto de 2009

Micho y la EOI


Micho ha insistido en que quiere apuntarse este curso a la Escuela Oficial de Idiomas. Está interesado en el inglés, idioma que junto al chino, Micho considera fundamental para su futuro laboral. Aunque apenas tiene 4 meses, cree que ahora es el momento ideal para aprender idiomas. La verdad es que yo albergo muchas dudas por la posibilidad de que lo acepten en dicho organismo educativo, no porque sea gato, sino por su corta edad. Quizás algún adolescente de hormonas revueltas lo pise en un cambio de clases, o alguna Jenny de 16 años lo secuestre y se lo lleve a casa para dárselo a su hijo de 5 años: “¡¡Cuchaaaa!!, Kevin de Todos los Santos, mira lo que te ha traído la maaaa-ma”. Diría mientras saca a un asustado y atemorizado Micho de un bolso hortera del mercadillo de los jueves…



La idea no me hace demasiada gracia, así que he intentado convencerle de que el próximo curso haré todo lo posible para que ingrese en la EOI, pero que este año se conforme con leer los apuntes y libros de Michel IV de Gato. Al fin y al cabo, Michel dejó Filología Inglesa en Tercer Curso, y estoy seguro que en la Gatera Real puede encontrar suficiente bibliografía como para irse familiarizando con el pérfido idioma.



“Ya no soy tan pequeño”, ha protestado reiteradamente, pero al final más o menos he conseguido que entrará en razón, ya casi de noche, mientras observábamos salir las primeras estrellas desde el Patio-Lavadero. Micho comía una lata de Atún Calvo en Aceite de Oliva y yo le he contado una historia de un problemilla que una vez tuvo mi diosa, la divina Atenea, nacida de la cabeza de su papá y enemiga del Paracetamol, con cierta modista arrogante que le faltó al respeto mientras pensaba: “¿Para que diablos querrá un gato aprender inglés?, ¿En Inglaterra los gatos que dicen: Miau o Meow?”, y Micho escuchó sin perder detalle…

domingo, 16 de agosto de 2009

¿Qué me estoy leyendo?


Llevo un veranito que no estoy leyendo tanto como quisiera (la búsqueda de un trabajo que no llega y uno que se pierde por la vida...), pero aún así, me he leído la trilogía de Millenium y bueno, simplemente me encantó (diga lo que diga Donna León). Una pena que Stieg Larsson muriera, podría haber escrito muy buenos libros. Me ha gustado su estilo y su sencilla manera de contar las coisas, sus personajes y la Suecia que describe…


Después, Micho I de Gato me dejó (muy amable por su parte, comienza a hacerse una biblioteca este felino…) “Tres Rosas Amarillas” y “¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?” de Raymond Carver. Ha sido mi primer contacto con este autor norteamericano y me ha maravillado, me ha gustado mucho su manera de escribir, de describir la América profunda, sencilla y directa. Este año he leído mucho a autores norteamericanos (Auster, Fante…), y todos muy recomendables.


Ahora tengo en la recámara ”Los Subterráneos” de Jack Kerouac, “Leviatán” de Paul Auster y “Primer Amor, Últimos Ritos” de Ian McEwan, y una biografía en portugués titulada “A Princesa de Éboli” de Almudena de Arteaga (regalo de “Dama Oscura y de Lupita “El Blog de Lupita”, que saben que me gusta leer y “tentar falar portugués”, Muito Obrigado!!), a ver si tengo tiempo de enfrentarme a ellos y ya os contaré…


¿Y tú?, ¿Qué estas leyendo?.



P.D: Hace un par de semanas vi “¿Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas?” y me pareció una película recomendable, quizás no para tirar cohetes pero si para pasar la tarde y reírte de situaciones que son muy, pero que muy, reales… (Además tiene una banda sonora francamente buena, una melodía pegadiza).

viernes, 14 de agosto de 2009

El Cat-certo de Nora. Solo de Piano



Me he encontrado este delicioso cat-certo para piano interpretado por la gata Nora, y he decidido que nada mejor que compartirlo con los Contadores de Estrellas entendedores de la buena música gatuna. ¡¡Bravo Nora!!

miércoles, 12 de agosto de 2009

Micho Kong


…Missi me había advertido de que después de media noche no hablará de política con Micho. Era una de las tres reglas que debía cumplir si me iba a hacer cargo de su gatito frac de excéntrica perilla. Lo que no me advirtió es que no le diera de comer después de medianoche con luna llena…


Me acababa de terminar mi tercer o cuarto chupito de absenta de la rica, de la buena, cuando Micho que estaba junto a mí viendo una reposición de “Redes” del genial Eduardo Punset, me comentó que tenía hambre. Serían cerca de las cinco de la mañana, y yo insomne, había echado a Morfeo de casa a base de una rebozada ensaladilla de ostias, no por nada en particular, sino porque se había negado a prestarme dinero.


Entonces acompañé al pequeño Micho, tras mi quinto o sexto chupito, al Patio-Lavadero y lo dejé comiendo su pseudos Royal Canin adquirido en el LIDL. El caso es que a los dos minutos, no sé si por la luna llena o por la comida de gatos que se gastan en el LIDL, escuché un tétrico y terrible maullido de varios decibelios que hizo saltar las alarmas de varios vehículos estacionados en la avenida y que se encendieran algunas luces en los edificios colindantes.


El maullido se repitió, agónico y terrible, y la curiosidad gatuna me hizo ir hasta el Patio-Lavadero. Allí, encaramado a la terraza, se encontraba Micho. Había crecido unos ocho o nueve metros de los bigotes a la cola y pesaba unos 4200 kilos. El techo comenzó a crujir con otro maullido de rabia e impotencia, y Micho Kong arrancó de un zarpazo la antena Wi-fi que voló gracilmente como un P-47 derribado los seis pisos del edificio y aterrizó contra el escaparate del Chino de la Avenida que se hizo añicos. La cosa debía ser grave para fastidiarme a mi Internet.


Lo primero que se me ocurrió fue llamar a Atención al Cliente de LIDL, pero después pensé que quizás en el Hospital Nuestra Señora de Badayork podrían suministrarle una carretilla de valeriana o un par de kilos de Prozac que yo mismo me meto de vez en cuando, entre chupito y chupito, como si fuesen Lacasitos.


Dudaba que hacer, que decisión tomar, cuando Micho Kong, metió un espectacular salto y se plantó en la Avenida. Alguna que otra histérica comenzó a chillar tras las ventanas cuando advirtieron su presencia, pero Micho hizo caso omiso de ellas y comenzó a darle con la zarpa a los coches de la Avenida y a rascarse con las farolas que se doblaban bajo su hipnótico ronroneo de gato monstruoso.


Rápidamente, me puse unas bermudas y las chanclas (ya que por variar estaba completamente desnudo) y corrí escaleras abajo en busca de Micho. Junto al portal, Amparo, la Esfinge del Rellano, observaba el percal sin decir palabra. Micho me llevaba ventaja y pronto dirigió sus juegos gatunos hacia la Catedral de Badayork, desde donde el Ayuntamiento se empeña en llamar a Batman desde hace 10 años con un foco para que luche contra el crimen y los yonkis y este no acaba de aparecer, prefiere Gotham a Badayork y es comprensible…


Pronto, la Avenida y las calles se llenaron de curiosos en pijama, en calzoncillos y algunas en bragas, que no dejaban de llamar con sus móviles a la policía, al ejército (que prometió mandar a la Panzer Bellota con sus Tiger IV de sesenta años de reciente adquisición), a la Armada (que posee submarinos nucleares en el Guadiana) y al Ejército del Aire que mandaron Ipso Facto un escuadrón de F-5 para neutralizar al diabólico gato.


La situación se me escapaba de las manos, y Micho seguía con sus terribles maullidos y sus juegos infantiles, dando zarpazos a diestro y siniestro, metiendo la pata por las ventanas…Hasta que metió la mano en un obispero (un obispero es un edificio lleno de obispos) y estos le dieron con sus báculos de oro, plata y piedras preciosas en la pata que hicieron que Micho lanzará un quejumbroso maullido que fue escuchado hasta en Lisboa.


Una vez llegado a la Catedral, Micho se plantó de dos saltos en la cima de la torre del campanario, espantando a por igual a cuervos, cigüeñas, palomas, una comunidad hippie (que habitaba allí desde que la expulsaron del motor de un viejo B-17) y varios abogados criminalistas. Desde su nueva ubicación, comenzó a maullarle a la luna, a la noche estrellada de Badayork, mientras le daba con la pata a las campanas del campanario que repicaban y daban volteretas de 360 grados como no lo habían hecho en toda la vida y justo en el momento en el que los F-5 comenzaban a incordiar los inocentes juegos del pobre Micho, que iluminado por los focos de la policía, trataba de derribar esos viejos y ruidosos trastos que pululaban a su alrededor…


Yo gritaba desesperado desde abajo: ¡¡Micho, Micho, te pondrás bien, confía en la Seguridad Social!!, pero la sola mención a la Seguridad Social hizo que Micho derribara un F-5 de un certero zarpazo que fue a estrellarse contra la Alcazaba árabe. El alcalde llamaba a Batman a gritos por un megáfono. Entonces, a falta de chupitos de absenta que llevarme al buche, me desmayé…


Desperté, con un hilo de babas en la comisura de los labios que escapaba de mi empastada boca y manchaba mi descuidada perilla, junto a la Gatera Real. Tenía cierta resaca y Micho me miraba curioso. Había recuperado su tamaño normal. “Ayer con la cogorza te comiste mi comida de gato”, protestó. Y yo, poco a poco, y con la dignidad que te da una buena resaca de absenta, me incorporé y le invité a un café cargado…Al mirar por la ventana, pude comprobar que la Catedral estaba en su sitio, pero Internet no iba y el Chino estaba colocando un cristal nuevo en el escaparate… Micho me juro por mi diosa, la divina Atenea, nacida de la cabeza de Zeus y enemiga del Paracetamol, que no sabía de que carajo estaba hablando cuando le pregunté por los obispos…

lunes, 10 de agosto de 2009

Storybook Love por Willy DeVille



...Esta semana se ha apagado otra vela más en el mundo de la música, un clásico de voz rota y vida huérfana que gustaba de tocar todos los estilos. Algunos lo recordaran por "Demasiado Corazón", un tema que arrasó cierto verano, pero yo siempre lo recordaré por ponerle voz a "La Princesa Prometida", donde su voz era el complemento ideal para la guitarra y música de Mark Knopfler para narrar una de las mejores historias de amor, y también por su "Spanish Stroll", toda una dedicatoria a los latinos que le rodeaban, como el ya desaparecido Tito Puente...


En fin, como al parecer hay problemas con los derechos de autor de la BSO de "La Princesa Prometida" (y hay que tener cuidado con este espinoso tema por Youtube), mi única manera de rendirle un último homenaje a Willy, aquella voz que se disfrazaba de español del S.XVII, con su perilla, su pelo largo, sus pañuelos (a veces sus fajas rojas), y sus micrófonos coronados por rosas rojas, era ofreceros un sencillo directo. Espero que su voz no se apague nunca. Hasta Siempre Señor Deville.

jueves, 6 de agosto de 2009

La Sima AR-10


En quince días, dos y medio de ellos incrustado en un bajante del edificio, y el resto internado en el ala psiquiátrica del Hospital Nuestra Señora de Badayork, te da tiempo a hacer muchas coisas, aunque parezca lo contrario. Una de ellas es leer, y otra es escribir. Tanto Micho como yo, primero juntos, y después yo por separado tras mi reclusión, tuvimos tiempo para escribir algunos de esos “Relatos Inéditos”. “La Sima AR-10” es uno de esos relatos…


Eran cerca de las seis de la mañana cuando sonó el móvil. Lo cogí casi automáticamente mientras me acababa el último sorbo de un café corto y apagaba la radio.


- ¿Ramírez?.

- Si…

- …Tienes que venir al campamento, hay algo que me gustaría que vieras, te iba a llamar anoche, pero he preferido llamarte ahora…

- Está bien, en treinta minutos estoy ahí…


Quien llamaba era mi colega y socio de investigación, Felipe Portillo. Felipe y yo llevábamos ocho meses trabajando en el yacimiento de Los Olivos II, cerca de Quintana de la Serena. Lo que fue un descubrimiento casual de un posible Thecodontosaurus, un herbívoro de más de 200 millones de años, único en la península, resultó ser todo un hallazgo de dimensiones mundiales. La zona, de casi dos hectáreas cuadradas, debió ser en la época, finales del triásico, un autentico lodazal, donde muchos dinosaurios quedaban atrapados y se convertían en carnaza de otros, y ello había hecho posible que el estado de conservación de los huesos fuese excelente, incluso habíamos recuperado un par de milímetros de piel. Algo inaudito.


Teníamos un presupuesto de un par de millones de euros, que parecía que se iba a incrementar en breve, un equipo a nuestra disposición de más de cien personas, entre investigadores y voluntarios y muchas ganas de trabajar. La llamada de Felipe solo podía significar otro hallazgo excepcional, sin duda.


En el último mes y medio localizamos varias simas y cotas, interesantes restos, procedentes de diversas etapas, con varios millones de años entre si, con ejemplares de dinosaurios únicos en la península, en Europa y casi en el mundo. Investigadores y Universidades de todo el planeta seguían nuestros avances con sumo interés.


Aparqué mi viejo Honda junto a un carrito que utilizamos para trasladar materiales. Aunque era temprano y los voluntarios no comenzaban a llegar y a trabajar hasta las siete y media de la mañana, (una manera para nosotros de evitar el agobiante calor extremeño trabajando desde temprano), me di cuenta que ya había personal en las diferentes catas que realizamos. En silencio. Entre murmullos. Unos tomaban mediciones mientras que había compañeros que tomaban fotografías de los restos que iban saliendo a la luz.


No me costó encontrar a Felipe Portillo, junto a una pequeña sima que habíamos bautizado como AR-10. Estaba de pie, con gesto serio, junto a una lona azul que ocultaba los restos de lo que habían sido dos Deinonychus de aproximadamente dos metros de alto, unos peligrosos carnívoros, autenticas maquinas de matar que vivieron en el Cretácico, hará unos 115 millones de años, y de los que, hasta ahora, solo había restos en EEUU.


- ¿Qué tenemos Felipe?.

- Lo descubrieron ayer unos voluntarios mientras limpiaban…Por supuesto ellos no saben que es lo que es, pero fue coger las primeras muestras y…Bueno, esto es desconcertante, prefiero que lo veas y te voy contando sobre la marcha…


Felipe, con gesto indeciso, retiro la loma que cubría la sima, y permaneció en silencio. Delante de mí tenía los restos de los dos dinosaurios, fácilmente identificables, con su terrible e identificable garra, la forma de su cabeza agujereada, amplias cuencas oculares y robustas patas. En un principio no noté nada extraño en todo aquel compendio de restos, pero de repente hubo algo que me llamó mucho la atención.


Entre lo que en su día había sido carne, noté pequeñas bolas herrumbrosas, algunas minúsculas, otras del tamaño de un supositorio. Inquieto y curioso me agaché. Algunas de esas bolas parecían haberse incrustado en diferentes partes del cuerpo, incluso haber quebrado en su día los fuertes huesos de los dos dinosaurios que parecían contraerse en una letal y agónica posición, extraña. Conté, de un primer vistazo, cerca de cuarenta de aquellas extrañas y herrumbrosas bolas, consumidas por el paso de millones y millones de años.


- Hay muchas más repartidas por toda la sima, muchas incrustadas en la tierra…

- Si, es curioso... Musité incorporándome, pero… ¿Qué son?, pregunté a un confuso Felipe que me miraba fijamente.

- Balas, murmuró… Son balas de sub-fusil, con varios millones de años.


Y me quedé mirándolo, atónito, mientras un escalofrío recorría mi medula espinal y todo el vello del cuerpo se me erizaba…


JULIO 2.009

martes, 4 de agosto de 2009

En las calles de Madrid...


Descubrí este video, por casualidad, en uno de los blogs de www.20minutos.es. Desde el primer vistazo me encantó, tanto por la música que le pega una barbaridad como por la maravillosas fotos que la acompañan, e igualmente por el mensaje original del video que desde aquí, tanto Micho I de Gato, como yo, suscribimos con los ojos cerrados. Winston Churchill dijo una vez que si hay un bicho en la tierra que sepa verdaderamente el significado de la palabra "libertad" ese era, sin ningún tipo de dudas, el gato. Espero que lo disfrutéis. Besotes y Miiiaauss!!

domingo, 2 de agosto de 2009

¡¡Internados!!


Francamente, a mi ya me extrañó en un principio que el Patio-Lavadero se comunicará a través de una habitación de la Gatera Real con el mismísimo Reino de Hades. Mi querido y difunto Michel IV de Gato nunca me había comentado nada al respecto, y viviendo en un quinto piso, dudé… Pero fue mi afán de aventuras lo que me hizo internarme por aquel boquete en compañía de Micho I de Gato…


Fueron dos días y medio los que estuvimos atascados en la bajante de la general del edificio. Yo llevaba mi genuino salacof alemán colonial, adquirido en el mercadillo de los jueves por 26 euros y una mochila con provisiones para 15 días con lo típico: Comida de gato, latas de atún, varias botellas de agua y phoskitos para una semana además de diversos frutos secos (que daría a Cerbero si nos lo encontrábamos) y un par de euros (de propina para Caronte). Una linterna y mi camiseta de Aspanya 82 con la pose chulesca de Naranjito (que parece decir: “El balón es mío y tu no juegas”) completaban mi atuendo. Micho I de Gato llevaba su libro de lecturas Micho I, un par de libros de Raymond Carver y la guía de teléfonos, que fue lo que al final nos salvó…


El 112 se presentó a eso de las cuatro de la mañana del segundo día, entre Micho y yo nos habíamos comido las provisiones de los quince días, phoskitos incluidos y no parábamos de maullar y gritar pidiendo auxilio hasta que un tipo coronado con una linterna se asomó al hueco, y tras santiguarse, nos sacó de allí con ayuda de un arnés. El tipo resultó ser un bombero acompañado de una asistente social que me amenazó con retirarme la custodia de Micho I de Gato, que aún es menor, mientras me llevaban en camilla al Hospital Nuestra Señora de Badayork.


De hecho, estos quince días los he pasado en el ala psiquiátrica de dicho centro hospitalario. Separado de mi pobre Micho y de mis libros, de Eduardo Punset, de mi música, mis cuadros, mis periódicos y revistas y de mi absenta…Sin recibir visitas ni de mi divina diosa, la gran Atenea, y ni siquiera de Clio, la lianta de mí musa. Supongo que no las dejarían pasar, aunque es raro porque mi deidad se presenta cada vez que le viene en gana cuando le apetece un café. En estos insufribles días de internamiento, dos tipas, la Dama de Auxerre metida a doctora y la Koré del Peplo y su extraña sonrisa arcaica, no han parado de hacerme preguntas sobre mi vida, mi infancia, mi relación con la absenta y con los diversos seres mitológicos a los que he hecho alusión en un par de ocasiones. Yo he respondido franca y pacientemente a todas sus preguntas, ya que, aunque soy un pobre diablo, casi siempre digo la verdad. En la habitación contigua, al parecer, estaba internada la Venus de Willendorf, que se ha empeñado en hacer la calle y no paraba de gritar obscenidades…


Quince días tomando veinte pastillas al día. Pastillas, que según ellas, me harían sentirme mejor. Pastillas que yo ocultaba entre mis sufridas encías y que escupía en cuanto podía, ya que yo estoy bien, mejor que nunca (salvo por el colón irritable, las miodesopsias, encías irritadas por la bebida y cuatro o cinco infecciones más…), y no las necesito tomar por ningún motivo concreto…


Ayer por la tarde me dieron el alta, y me permitieron recoger a Micho que igualmente ha estado internado en la Gatera Municipal de Badayork. ¡Pobre Micho!, lleva cuatro meses conmigo y ya le han dado una paliza, ha conocido Chafarinas, viajado en un obsoleto B-17 y lo han internado. Micho no lo había pasado mal del todo, ha convivido con gatos callejeros, despojos sociales de esta corrupta e incompetente sociedad de consumo, los ha escuchado y ha maullado con ellos a la Constelación de Orión, pero también le ha dado tiempo de leer a Carver, a Haruki Murakami y a Malcolm Lowry. Para él, esta ha sido una dura prueba de madurez, pero se ha sentido alegre de volver a verme, y juntos hemos vuelto a casa, al Patio-Lavadero, con un nuevo brillo en los ojos, más unidos que nunca, invencibles de moral, deseando continuar con nuevas y alocadas aventuras y desventuras en este solar cateto y provinciano que los badayorkinos, también conocidos como Homo Pacensis, llaman ciudad…